Karina Manrique tiene 26 años, está estudiando la carrera de
arquitectura, y acudió a nuestro consultorio para someterse a una rinoplastia.
Nuestra paciente nos manifestaba que no se sentía conforme con la estética de
su nariz. Por otro lado vimos que su nariz era recta y no tenía giba, nos indicaba también que hace unos años se había
realizado una rinoplastia, pero que no había quedado satisfecha ya que no vio ningún
cambio que la haya podido ayudar a verse mejor.
Día de la consulta. Karina deseaba tener una nariz mucho más
femenina, curveada, que tuviera la punta mucho más pequeña y respingada. En el
día de la consulta observamos que su cornete estaba un poco hipertrofiado y que
tenía una mucosa pálida, por lo tanto se cauterizaría para que ya no incomode
más. Se realizaría una rinoplastia abierta, bajamos el dorso, asimismo una
fractura completa para lograr que la nariz se vea curveada y en la punta
retirar el cartílago para que la nariz
se vea más perfilada.
Día de la operación. Comenzamos a trabajar en la parte de la
punta de la nariz, donde se cambió el poste y los cartílagos empezamos a
coserlos para que logren verse más parejos, finalmente terminamos con la parte
de la punta, y pasamos a colocar el yeso.
Volvimos a ver a Karina después de un mes de la operación, y
satisfactoriamente su nariz ya se mostraba curveada y respingada tal como quería
nuestra paciente.