La
Blefaroplastía es el procedimiento quirúrgico que extrae la grasa o el exceso
de piel de los párpados superiores e inferiores. La piel de los párpados
superiores tiende a caerse, originando los llamados “párpados colgantes”,
mientras que los párpados inferiores generan bolsas que dan mal aspecto al rostro y lo envejecen.
El problema de los párpados caídos puede ser también por factores genéticos o
hereditarios, mientras que otro factor que causa
este mal es simplemente la pérdida natural de la tonicidad de piel debido al
avance de la edad del paciente. Por esto la cirugía se aplica a mayores de 35 años. Otras causas son exposición al sol, estrés y
ansiedad.
La cirugía dura desde 1 a 2 horas y es un proceso ambulatorio, es decir, que no
requiere hospitalización, pero el paciente deberá contar con los cuidados necesarios
para la correcta coagulación, lo que permitirá volver a sus actividades
cotidianas (como ver televisión, leer o conducir) en pocos días.
Este procedimiento está contraindicado para quienes padeces de alta presión
sanguínea u otros trastornos en la circulación, diabetes e hipertiroidismo. El
paciente siempre pasa por una evaluación médica precedente a cualquier
intervención.
La blefaroplastia es la mejor solución para rejuvenecer la mirada. Sin bien no
elimina arrugas ni patas de gallo, sí elimina el molesto exceso de grasa y
músculo acumulado, lo que puede quitar muchos años de encima al paciente.
Además, se aplica tanto en mujeres como en
varones y no deja cicatrices visibles.
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