REJUVENECIMIENTO DE MANOS


Las manos son una carta de presentación, pero la mayoría de las personas prioriza el rostro sin darse cuenta que éstas delatan la edad. La razón, según los especialistas, es sencilla: la gente cuando pasa delante de un espejo se mira la cara, nunca las manos.

Son dos, los tipos de procedimientos mas comunes para rejuvenecer la apariencia de las manos: la inyección de grasa y/o el láser. Ambas pueden realizarse de manera independiente o en conjunto si es necesario.

Inyección de grasa: Este tipo de tratamiento requiere de una pequeña intervención quirúrgica en la que se extrae por liposucción una determinada cantidad de grasa del propio paciente, se centrifuga y se infiltra en el dorso de las manos por debajo de la piel para dar una mayor cobertura del tejido celular subcutáneo y disimular el recorrido notable de las venas en el caso de manos con piel muy fina.

Este proceso no solo oculta las venas y tendones del área sino que también suele mejorar la estructura de la piel. El procedimiento es ambulatorio, se realiza con anestesia local y requiere solo unas horas de reposo.

Tratamiento láser: El láser, actualmente tiene múltiples aplicaciones médicas en el campo de la estética, una de las más novedosas es la posibilidad de eliminar manchas cutáneas que aparecen en las manos. A menudo estas manchas están asociadas al envejecimiento y la causa principal de su aparición en nuestra piel suele ser la exposición prolongada a la radiación solar.

Este es un sistema no invasivo, donde los rayos actúan sobre los tejidos en profundidad y eliminan manchas, cicatrices, y rejuvenecen la piel. Este sistema no deja marcas ni enrojece la epidermis. Solo requiere unos minutos de aplicación, y los resultados se comprueban en pocas sesiones.
La aplicación del láser en la eliminación de las manchas cutáneas ofrece la posibilidad de destruir el exceso de pigmento sin causar daño a la piel, las manchas desaparecen dejando la piel intacta y con un tono uniforme.

Esta técnica se caracteriza por ser indolora y no dejar cicatrices ni marcas de ningún tipo.
El láser tiene la característica de que libera una gran cantidad de energía en un periodo de tiempo muy corto. Esa irradiación es absorbida por las manchas cutáneas destruyendo los pigmentos sin afectar a la piel circundante y sin dejar cicatrices.